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domingo, 31 de octubre de 2010

COMENTARIOS A "PREFACIO: TEORÍA CRÍTICA Y SIGNIFICADO DE LA ESPERANZA", DE PETER MCLAREN

El texto que comentamos sirve de introducción a una compilación de artículos de Henry Armand Giroux (n. 1943), Los profesores como intelectuales [1º edición: 1988] (Barcelona, Paidós, 1987). (1).

Peter McLaren (n. 1948) esboza una especie de sinopsis de la trayectoria intelectual de Giroux, que incluye tanto las obras principales de este autor como también los principales autores que ejercieron influencia sobre su obra.

Para organizar estas notas voy a dividirlas en dos apartados: a) consideraciones generales sobre el conjunto de la obra de Giroux; b) periodización de dicha obra, distinguiendo entre un primer período influido por el marxismo y las teorías de la reproducción social, y una segunda etapa marcada por el influjo de las teorías de los estudios culturales.

A] CARACTERIZACIÓN DE LA OBRA DE GIROUX.

Ante todo, McLaren comienza abriendo el paraguas, "lo que sigue no es sino un ensayo sumamente modero para esclarecer algunos aspectos generales de la obra de Giroux" (p. 11).

Dos características dan el tono a la producción teórica de Giroux, que van más allá de sus afirmaciones puntuales sobre tal o cual cuestión: 1) Giroux se rehúsa a cristalizar una versión canónica de su teoría. McLaren lo expresa así: "su constante alejamiento de los rígidos parámetros de la certeza doctrinaria. Su rechazo a permitir que su obra se convierta en tributaria de cualquier forma de ortodoxia (...) sus esfuerzos por fecundar sus ideas con puntos de vista procedentes de otros ámbitos teóricos han provocado un ininterrumpido refinamiento de sus intereses intelectuales y políticos y, en último término, un punto de vista renovado e integrado." (p. 21). "...resulta especialmente difícil situar la obra de Giroux dentro de una escuela concreta de pensamiento, por la sencilla razón de que raramente toca el mismo tema sin redimensionar sus límites y enriquecerlo con nuevos matices y puntos de vista." (p. 21); 2) su "pasión por la justicia y la igualdad", su apasionamiento que choca con las virtudes de "distanciamiento" y "tranquilidad" propugnados por los académicos. Según McLaren, esta características proviene de sus experiencias juveniles en el barrio obrero de Rhode Island en que se crió. Sólo gracias a una beca para jugar básquet pudo ingresar en la Universidad.

B] PERIODIZACIÓN DE LA OBRA DE GIROUX.

McLaren sostiene que pueden distinguirse dos grandes etapas en la producción teórica de Giroux, a saber:

a) Sus ensayos sobre clase social e instrucción escolar, escritos a finales de la década del '70. Se advierte en ellos la influencia de William Pinar, Jean Anyon y Michael Apple (n. 1942). En un primer momento, Giroux fue tributario de un cierto determinismo causal y de un marxismo economicista; luego, su perspectiva se tornó más compleja al recibir la influencia de la nueva sociología del conocimiento, a través de autores como Michael Young (1915-2002) y Basil Bernstein (1924-2000); las obras de Raymond Williams (1921-1988); los trabajos sobre subculturas juveniles de Stuart Hall (n. 1932), Richard Johnson, Paul Willis y otros miembros del Center for Contemporary Cultural Studies de la Universidad de Birmingham; sus lecturas de Antonio Gramsci(1891-1937), Paulo Freire (1921-1997), los autores de la escuela de Frankfurt. Las obras clave del período son Ideology, Culture and the Process of Schooling (Filadelfia, 1981), y Theory and Resistance in Education (1983).

Giroux partió de una posición reproductivista (la educación capitalista tiene que reproducir las condiciones materiales y morales de la sociedad capitalista), que fue modificando en la medida en que comenzó a familiarizarse con los estudios culturales: "el concepto de cultura tuvo que politizarse para salir del estrecho campo de categorías como el arte, la poesía, el teatro y la literatura, y el refundirse teóricamente como ámbito de contestación ideológica y material. Esta reformulación de la cultura contribuyó también a que Giroux rechazase el punto de vista marxista clásico, que contemplaba la cultura como un simple reflejo de la base económica (...) Los intentos de establecer una correspondencia cuasi especular entre la economía y el currículo fallaron, en opinión de Giroux, al no poder explicar la asimilación de diversos elementos culturales e ideológicos en nuestras escuelas y en la sociedad en general." (p.16).

En Theory and Resistance impugnó la concepción de la reproducción social y cultural propuesta por Samuel Bowles (n. 1939) y Herbert Gintis (n. 1940) en Schooling in Capitalist America (1976). Las escuelas son algo más que simples lugares de reproducción social y cultural; las escuelas no se definen exclusivamente ni por la lógica de la dominación ni por la del capital; los profesores son algo más que simples peones de la clase dominante. Cultura, poder e ideología actúan de formas variadas para formar tanto las subjetividades de los estudiantes como para mantener la separación jerárquica entre grupos dominantes y grupos subordinados. Los individuos no son: a) ni reflejos de una naturaleza humana y ahistórica; b) ni víctimas pasivas atrapadas en la red de las formaciones ideológicas (como sostenía Louis Althusser). Por el contrario, "son capaces de utilizar el conocimiento crítico para alterar el curso de los acontecimientos históricos. Para Giroux, los individuos son al mismo tiempo productores y producto de la historia." (p. 17).

La incomprensión del concepto de cultura en la doctrina marxista tradicional impide "una comprensión clara de cómo se produce, se vehicula [sic], se legitima y se recusa el sentido en las escuelas y en otras instituciones educativas." (p. 17). Si bien la esfera económica y las relaciones de producción son importantes, el eje del análisis debe pasar por los conceptos de cultura y poder para explicar las estructuras históricas de dominación y lucha (p. 17). La Pedagogía Crítica se convierte en consejera de la Desesperanza y se deja de lado o se subestima la lucha antihegemónica en el campo de la cultura escolar (p. 17).

b) Su interés por el tema de la acción y la resistencia estudiantil caracteriza la segunda etapa de la producción teórica de Giroux, que se inicia a comienzos de la década del '80. Recibe la influencia de Stanley Aronovitz (n. 1933), Anthony Giddens (n. 1938) y Paul Willis (etnógrafo, autor de Learning to Labour).

Los educadores críticos tienen que centrar su atención en el proceso de resistencia que se verifica en las escuelas: "existen espacios y tensiones dentro de las situaciones escolares que ofrecen a los estudiantes la posibilidad de resistencia. Reconociendo la primacía del capital y de las desiguales relaciones de poder como elementos determinantes de la opresión, Giroux insiste en que aquéllos no eliminan completamente la posibilidad de contestación ni la lucha que transforma las situaciones." (p. 17). En esta concepción, las escuelas son concebidas como "lugares de la lucha y de posibilidad" (p.18), no como máquinas reproductoras. "La categoría de resistencia no pretende servir de simple complemento a la insistencia mecáncia en la reproducción social y cultural, sino que representa una reconstrucción teórica de cómo están situadas, investidas y construidas las subjetividades como parte del complejo mundo de la regulación moral y política." (p. 18).

Giroux desarrolla un concepto propio de ideología, muy diferente al de Louis Althusser (1918-1990) en "Ideología y aparatos ideológicos del Estado". Así, la ideología es pensada como "una movilización de sentido cuyos efectos pueden verse en la manera en que los individuos van clasificándose a través de las contradicciones y complejidades de la vida de cada día. (...) es (...) una forma de experiencia, construida como tal activamente y perteneciente en lo fundamental al orden de lo vivencial, que está en conexión con los modos en que se entrecruzan sentido y poder en el mundo social. La ideología se deja traslucir por medio de imágenes, gestos y expresiones lingüísticas, relacionadas no sólo con cómo y qué se piensa, sino también con cómo y qué se siente y se desea." (p. 18). De este modo se puede comprender el papel de la ideología en la producción de subjetividades dentro de los dominios privado y público. La experiencia encierra posibilidades transformadoras: los profesores tienen que lograr que el conocimiento del aula sea relevante para los estudiantes, para ligarlo así con su experiencia vital. Los profesores tienen que lograr que la experiencia de los estudiante se se convierta en algo relevante y crítico (p. 19). El conocimiento y la experiencia tienen que ser emancipadores, permitiendo que los estudiantes desarrollen la imaginación social y el coraje cívico para intervenir en su autoformación. (p. 19).

Junto a Stanley Aronovitz, Giroux desarrolló el concepto de escuela como "esfera pública democrática" (p. 19). (2). El argumento es el siguiente: 1) las escuelas, como las organizaciones políticas, las iglesias y los movimientos sociales, promueven la instautación de los principios democráticos y de prácticas sociales por medio del debate, el diálogo y el intercambio de opiniones. (p. 19); 2) la democracia se define en el nivel de las formaciones sociales, comunidades políticas y prácticas sociales que son reguladas por los principios de justicia social, igualdad y diversidad. (p. 19). La tarea de los educadores críticos consiste en formular un "lenguaje público para educadores" que permita reconstruir la vida pública en función de la lucha colectiva y del interés social. (p. 20). (3).

En Education Under Siege (escrito en colaboración con Aronovitz; 1985) Giroux comienza a apropiarse de la obra de Michel Foucault, sobre todo de la concepción del conocimiento como poder. Giroux modifica la concepción tradicional de intelectual. El conocimiento deja de ser pensado como algo objetivo y neutral, y es incorporado a las relaciones de poder, que producen tanto el poder mismo como los individuos que se benefician con él. Los grupos dominantes convierten determinadas formas de conocimiento en "regímenes de verdad". Los docentes tienen que discutir dichos regímenes. ¿De qué manera? Asumiendo un rol de intelectuales transformativos (4), que emprenden una práctica de transformación arremetiendo contra los conocimientos "neutrales" (p. 20). El intelectual deja de ser sinónimo de individuo elitista, excéntrico y dedicado a la manipulación de ideas. (p. 20). Rechaza, por tanto, la neutralidad del científico defendida por el mundo académico; al contrario, Giroux ve a su obra como un proyecto político en marcha. (p. 21). Niega, por tanto, la distinción entre el rol de intelectual público y el del profesor universitario. (p. 21).

Finalmente, McLaren describe así la concepción que tiene Giroux de la pedagogía: "la pedagogía es sobre todo una praxis política y ética, así como una construcción condicionada social e históricamente; la pedagogía no debe limitar su campo de acción a las aulas, sino que está comprometida en todas aquellas estructuras que pretenden influir en la producción y construcción de significado, es decir, en el modo en que se producen y en el tipo de conocimiento y de identidades sociales producidas dentro de un medio de conjuntos particulares de relaciones sociales. La pedagogía no tiene que ver únicamente con las prácticas de la enseñanza, sino que implica también un reconocimiento de la política cultural que sirve de soporte a tales prácticas." (p. 122).

De un modo muy discreto, McLaren apunta algunas diferencias teóricas con Giroux: "hay en ellos [en los escritos de Giroux] puntos sobre los que se puede y se debería suscitar un debate, para impugnarlos si el caso lo requiere, como exigencia de todo proceso permanente de diálogo." (p. 12-13); "el hecho de que Giroux no haya eliminado [de los escritos reunidos en el volumen al que pertenece el texto de McLaren que estamos comentando] algunas incoherencia, en modo alguno les resta importancia como desafío para profesores e investigadores que tratan de comprender las complejas interacciones entre la enseñanza, la construcción de la identidad, el desarrollo de las relaciones sociales democráticas y el desafío de la transformación social." (p.22). Pero no ahonda en este terreno.

Buenos Aires, domingo 31 de octubre de 2010

NOTAS:

(1) El texto de McLaren se encuentra en las páginas 11-24 de dicha obra. Hay que decir que Giroux y McLaren forman parte de la denominada Pedagogía Crítica, y que McLaren es amigo de Giroux.
(2) En la obra Education Under Siege (1985).
(3) El lenguaje no sólo refleja la realidad social, sino que también es constitutivo de lo real. (p. 20).
(4) El concepto de intelectual transformativo fue utilizado por primera vez por Aronovitz y Giroux en Education Under Siege (1985).

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